Dos mujeres vuelan por los cielos de Colombia portando su uniforme del Ejército Nacional, y también con el amor más profundo que puede habitar en el alma de ser mamás.
En el Día de la Madre, resaltamos a la teniente Nataly Cedeño y a la capitán Vanessa Rico Santana, las primeras dos pilotos militares del Ejército Nacional que, además de cumplir misiones de alto riesgo, dan cada paso pensando en sus hijos, su mayor motor de vida.
La teniente Nataly Cedeño soñó desde niña con servir a Colombia desde las Fuerzas Militares de Colombia. Hoy lo hace como piloto de helicóptero Black Hawk, enfrentando cada día con entrega y pasión. Se describe como una mujer soñadora y luchadora, cuyo mundo gira alrededor de su hijo, su todo. Aún recuerda las mil emociones de su primer vuelo como el orgullo, la emoción y la certeza de estar cumpliendo el sueño de representar a su familia desde el aire, me di cuenta de que puedo salvar vidas desde el aire.
Para ella, ser mamá y militar es un desafío constante, pero también una oportunidad de crecimiento. Todos los días son diferentes, cada reto trae su propio peso, pero siempre intento equilibrar mi trabajo con mi hijo. Ser mamá me ha vuelto más versátil y ágil, capaz de cumplir mis objetivos sin dejar de lado mi papel más importante.
Afirma que su mayor reto ha sido enfrentarse a prejuicios, “a veces se piensa que, por ser madre, uno deja de cumplir como oficial o piloto, pero nosotras, como mujeres, podemos organizarnos y dar lo mejor de nosotras en cada ámbito. Ser mamá no es una limitación, es una fuerza que te impulsa.
La capitán Vanessa Rico Santana, piloto de aeronaves de ala fija con responsabilidad y determinación. Desde su primer vuelo en el 2018, completamente sola, ha demostrado que está hecha para los desafíos. Esta valerosa mujer militar ha realizado misiones de inteligencia, transporte de tropas y comandantes, y, aunque el riesgo es parte del oficio, nunca ha pensado en renunciar a su vocación.
Lo más difícil, confiesa, es separarse de su hijo, Samuel, durante las misiones que pueden durar hasta cinco días. Antes de cada vuelo, mira su foto y llama a su familia para pedir una oración. Nosotras decidimos ser mamitas, pero también somos pilotos. Cumplimos dos misiones que no pueden fallar.
En este Día de la Madre, esta mujer guerrera deja un mensaje claro a quienes creen que la maternidad y los sueños se excluyen: tener un hijo no significa renunciar a tus metas. Yo soy prueba de que se puede volar alto con el corazón en tierra. Las mujeres del Ejército Nacional somos soldados multimisión. Si nuestro sueño es ser madres, pilotos o comandantes, lo logramos con esfuerzo y disciplina.
En el Ejército Nacional ser madre y militar se complementa con fuerza, carácter y amor. En este Día de la Madre, celebramos a todas las mujeres que, como la teniente Cedeño y la capitán Rico, demuestran que el cielo no es el límite cuando se vuela con el corazón.
¡Feliz Día de las Madres!
Autor: prensa - Ejército Nacional
