Con operaciones decisivas en el sur del país, el Ejército Nacional continúa su ofensiva contra la minería ilegal, protegiendo el medio ambiente y debilitando las finanzas de los grupos armados residuales.
En el marco del Plan de Campaña Ayacucho Plus, tropas del Batallón de Ingenieros de Combate N.° 27, adscritas a la Vigésima Séptima Brigada, lograron un resultado estratégico mediante labores de inteligencia y el empleo de capacidades diferenciales: la ubicación y destrucción de dos unidades procesadoras de minería ilegal en la vereda Mandur, jurisdicción del municipio de Puerto Guzmán.
Durante la operación fueron inutilizadas excavadoras, clasificadores, motobombas, canales de drenaje, mangueras de alta presión y una considerable cantidad de combustible, elementos empleados para la explotación ilícita de yacimientos mineros a cielo abierto.
Esta acción generó una afectación superior a los 1.120 millones de pesos en infraestructura y equipos, e impidió la producción mensual de aproximadamente 6.000 gramos de oro, cuyo valor en el mercado ilegal supera los 2.298 millones de pesos. Con este resultado, se golpean directamente las finanzas del grupo armado organizado residual E-48 Comandos de Frontera, que deja de percibir cerca de 229 millones de pesos producto de esta actividad ilícita.
Más allá del impacto económico, la operación representa un esfuerzo significativo en la protección del medio ambiente. La minería ilegal provoca deforestación severa, altera el paisaje natural y ocasiona daños graves a fuentes hídricas, al suelo y al aire. Según expertos, la recuperación de las zonas afectadas por estas prácticas puede tardar más de treinta años, lo que evidencia la magnitud del daño ambiental mitigado por esta acción militar.
Durante el desarrollo de la operación, las tropas fueron víctimas de una asonada protagonizada por un grupo de pobladores presionados por estructuras residuales que delinquen en la región. En medio de la agresión, un soldado profesional resultó lesionado al ser impactado por piedras que le lanzaron. Ante el riesgo para la integridad de la unidad, fue necesario realizar disparos disuasivos al suelo para controlar la situación y garantizar la continuidad de la misión.
La Sexta División del Ejército Nacional reafirma su compromiso indeclinable de continuar adelantando operaciones firmes y contundentes contra las economías ilícitas que atentan contra la seguridad de las comunidades, destruyen el medio ambiente y fortalecen a los grupos armados organizados residuales que persisten en el sur del país.
Así mismo, mantiene su decisión de cumplir cada misión bajo el más estricto respeto por los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, protegiendo a los colombianos su territorio y los recursos estratégicos de la nación.
Autor: Prensa - Sexta División