En una operación contundente contra una de las economías ilícitas que más daño genera al sur del país, la Décima Segunda Brigada del Ejército Nacional, a través del Batallón de Infantería N.º 35 Héroes del Güepí, ejecutó una acción conjunta con el Batallón Fluvial de Infantería de Marina N.º 31 y en coordinación con la SIJIN de la Policía Nacional en Cartagena del Chairá, logró neutralizar una estructura dedicada a la extracción ilícita de yacimientos mineros en el departamento del Caquetá.
La intervención tuvo lugar en la Bocana del Guayas, área rural de Cartagena del Chairá, donde las tropas sorprendieron a seis personas en plena actividad de extracción ilegal de oro. En el punto fueron incautadas una draga de alto poder y dos embarcaciones, herramientas que permiten remover grandes volúmenes de material del lecho de los ríos y acelerar la degradación de los ecosistemas amazónicos.
La extracción ilícita de oro se ha convertido en una de las economías criminales más agresivas para la región amazónica. A diferencia de otras actividades ilícitas, este delito deja un impacto inmediato y visible: ríos desviados, aguas contaminadas con mercurio, sedimentación masiva y pérdida acelerada de biodiversidad. En zonas como el Caquetá, donde los afluentes son la base de la vida de comunidades campesinas e indígenas, la minería ilegal genera daños que pueden tardar décadas en revertirse. Una sola draga puede transformar por completo la estructura de un río, alterar sus cauces naturales y destruir áreas completas de peces y fauna acuática.
Además del daño ecológico, esta actividad se ha consolidado como una fuente de financiación prioritaria para organizaciones criminales. El oro extraído sin control se integra con facilidad a mercados ilícitos y, mediante intermediarios, llega a circuitos legales sin que su origen pueda rastrearse. Para estructuras armadas como el Grupo Armado Organizado residual, GAO-r, la minería ilegal representa ingresos constantes y difíciles de rastrear, más aún en zonas donde la presencia estatal ha sido históricamente limitada.
La operación militar adelantada por la Décima Segunda Brigada no solo detuvo la explotación del yacimiento ilegal, sino que también propinó un golpe directo a estas economías criminales que sostienen el aparato logístico del GAO-r en la región. Las labores de inteligencia permitieron identificar rutas de transporte, puntos de acopio y dinámicas de abastecimiento que venían siendo utilizadas por esta estructura para fortalecer su presencia en el sur del país.
Con esta acción, la Décima Segunda Brigada redujo la capacidad de maniobra del GAO-r y cerró un espacio crítico donde convergían finanzas criminales, afectación ambiental y riesgo para comunidades vulnerables. La unidad destacó que la extracción ilícita de yacimientos mineros es hoy uno de los delitos más complejos de enfrentar, debido a su conexión con redes de lavado de activos, tráfico de insumos, explotación de mano de obra vulnerable y control territorial por parte de organizaciones armadas.
La Décima Segunda Brigada del Ejército Nacional reiteró que continuará adelantando operaciones conjuntas, coordinadas e interinstitucionales orientadas a proteger los recursos naturales, salvaguardar a las comunidades y garantizar la presencia del Estado en los territorios donde las economías ilícitas buscan arraigarse. Con estos resultados, las autoridades reafirmaron su compromiso de avanzar hacia un Caquetá más seguro, estable y en paz, enfrentando de manera frontal una actividad ilegal que amenaza tanto la seguridad como la sostenibilidad ambiental del departamento.
Autor: prensa – Ejército Nacional