Gracias a una rápida intervención de Trixy y Fénix, dos perros expertos en encontrar dispositivos explosivos improvisados, los habitantes de la vereda Victoria Baja, corregimiento de San Pedro, en Florencia, Caquetá, pueden transitar tranquilos por su vía principal.
Durante la operación militar, a tan solo 100 metros de las familias de esta vereda, se descubrió que el explosivo, al parecer instalado por la Estructura Rodrigo Cadete, había sido acondicionado en una cantina de leche, la cual fue enterrada en el camino por donde transitan los niños hacia su escuela, incluso este camino es ruta para los buses que llevan y traen a la población desde la capital del Caquetá.
Este tipo de acción es una grave violación al derecho internacional humanitario, pues este artefacto contenía más de 40 kilos de explosivos, entre ellos ANFO, puntillas, metales, pedazos de cadenas y todo tipo de elemento que pudiera potenciar el daño.
La inminente peligrosidad del artefacto y su proximidad a zonas tan vulnerables representa una grave amenaza a la integridad de los habitantes, pero la oportuna intervención de personal militar especializado neutralizó esta amenaza, la cual fue advertida gracias a una llamada telefónica en la línea antiterrorista 107.
El trabajo de la Décima Segunda Brigada, de la Sexta División del Ejército Nacional, por medio del Batallón de Ingenieros de Combate N.º 12 General Liborio Mejía, apoyados de sus binomios caninos, contribuye a proteger a la población civil y las propias tropas.
El compromiso inquebrantable de los soldados de Colombia está enfocado en proteger a los colombianos, de ahí la invitación a la población civil para que siga denunciando cualquier acción sospechosa que pueda poner en riesgo su integridad.
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Autor: prensa - Ejército Nacional
