Las Fuerzas Militares de Colombia, actuando de manera articulada en los dominios terrestre, marítimo y aéreo, despliegan una estrategia integral orientada a desarticular la cadena de valor del narcotráfico, principal fuente de financiación de los Grupos Armados Organizados (GAO) y Grupos Armados Organizados Residuales (GAO-r) que delinquen en el territorio nacional.
A través de operaciones conjuntas, coordinadas, combinadas e interagenciales, se busca impactar este flagelo no solo a nivel nacional, sino también en el ámbito internacional, demostrando la contundencia del actuar legítimo del Estado.
Desde agosto del 2022 a la fecha, las Fuerzas Militares de Colombia han logrado la incautación de más de dos mil toneladas de estupefacientes como cocaína, marihuana y más de 72 toneladas de pasta base de coca.
La efectividad de la lucha contra el narcotráfico radica en la capacidad de las Fuerzas Militares para ejecutar operaciones conjuntas, integrando las capacidades diferenciadas del Ejército Nacional, la Armada de Colombia y la Fuerza Aeroespacial Colombiana. Asimismo, se destacan las operaciones combinadas, que implican colaboración con Fuerzas Militares de otros países, y las operaciones coordinadas e interagenciales, que se desarrollan en estrecha cooperación con la Fiscalía General de la Nación, la Policía Nacional y diversas agencias de inteligencia, tanto nacionales como internacionales.
En el dominio terrestre, el Ejército Nacional concentra sus esfuerzos en la destrucción de laboratorios para el procesamiento de drogas y en la interdicción de cargamentos en rutas terrestres, incluyendo aquellas ubicadas en zonas remotas y de difícil acceso, donde se concentra la mayor parte de la producción ilícita.
En el dominio marítimo y fluvial, la Armada de Colombia desempeña un papel fundamental en las operaciones de interdicción, especialmente en aguas territoriales y en alta mar. A través de patrullajes permanentes y el uso de tecnología avanzada, se logra la detección e interceptación de embarcaciones empleadas para el tráfico transnacional de estupefacientes.
Por su parte, la Fuerza Aeroespacial Colombiana ejerce control del espacio aéreo mediante labores de reconocimiento, vigilancia e inteligencia. Además, se encarga de identificar trazas sospechosas y de interceptar aeronaves utilizadas en actividades ilícitas. Su capacidad de despliegue rápido y la utilización de tecnologías de punta le permite monitorear vastas áreas del territorio nacional y detectar movimientos asociados al narcotráfico.
Campañas Paya, Orión y Zeus

La Campaña Paya, es una estrategia estructurada por el Ejército Nacional que integra esfuerzos nacionales e internacionales para intervenir la primera fase de la cadena del narcotráfico. Esta campaña contrarresta el tráfico de precursores químicos y destruye de forma contundente los laboratorios ilícitos y demás instalaciones utilizadas para el procesamiento de sustancias ilegales.
La Campaña Naval Orión, liderada por la Armada de Colombia, representa un esfuerzo multinacional que congrega a diversos países para combatir el narcotráfico en los océanos Caribe, Pacífico y Atlántico. Gracias al intercambio de inteligencia y a la acción coordinada, se han logrado incautaciones históricas de cocaína y la desarticulación de redes transnacionales dedicadas al tráfico de drogas. Esta campaña no solo busca la incautación de estupefacientes, sino también la captura y judicialización de los responsables, asestando golpes directos a las estructuras financieras y logísticas de estas organizaciones criminales, que obtienen sus rentas ilícitas a través de este flagelo.
Complementariamente, la Fuerza Aeroespacial Colombiana, mediante la Campaña Zeus, contribuye al monitoreo de vuelos ilícitos, así como a la detección de trazas ilegales y la interdicción de aeronaves utilizadas para el transporte de drogas, especialmente en países del Caribe y Centroamérica. Estas acciones, coordinadas con países aliados estratégicos, fortalecen la seguridad aérea en el contexto regional y global.
Adicionalmente, debe resaltarse que el esfuerzo combinado con instituciones de otros Estados constituye uno de los principales aliados en la lucha contra el narcotráfico. Esta cooperación permite detectar actividades ilícitas en escenarios internacionales y actuar de forma conjunta en cualquier lugar del mundo, dentro del marco del derecho internacional y los compromisos bilaterales.
Es así como en el año 2022, desde el mes de agosto, se logró la incautación de 227 toneladas de estupefacientes, cifra que ha ido incrementado, obteniendo al término del año 2023 la incautación de cerca de 693 toneladas de alcaloides, en el 2024 más de 853 toneladas y en lo que va del 2025 ya son 353 toneladas de cocaína, marihuana y otras sustancias. Demostrando la efectividad en la estrategia y campañas implementadas por las operaciones conjuntas, coordinadas, combinadas e interagenciales desarrolladas en este lapso.
Con el fin de garantizar la efectividad y la transparencia de esta lucha, el Comando General de las Fuerzas Militares y el Ministerio de Defensa Nacional mantienen un riguroso control estadístico sobre los resultados operacionales, lo cual permite visualizar en tiempo real los avances y logros obtenidos. Asimismo, la consolidación de datos sobre incautaciones, erradicaciones, destrucción de laboratorios, capturas y procesos judiciales brinda una visión precisa del impacto alcanzado, y permite ajustar estratégicamente las operaciones para optimizar el uso de recursos.
Gracias al desarrollo de capacidades de inteligencia militar y a la implementación de las campañas antes mencionadas, Colombia ha logrado fortalecer su cooperación con la comunidad internacional, ejecutando operaciones conjuntas que han dado lugar a importantes incautaciones tanto a nivel nacional como en diversos países.
Desde las Fuerzas Militares de Colombia se continuará garantizando la capacidad operacional y la transparencia en la ejecución de cada una de estas estrategias, asegurando la observancia de los principios constitucionales y el respeto al Derecho Internacional Humanitario. Este compromiso contribuye no solo a la seguridad y tranquilidad de la población colombiana, sino también a la afectación de las economías ilícitas de las organizaciones criminales transnacionales y a la protección de la salud pública global.
Autor: Comunicaciones Estratégicas COGFM