Desde niño, el Técnico Primero Galo sentía gran admiración por el personal militar que veía desfilar cada 20 de julio, aquella fascinación por la vida militar marcó el inicio de una vocación que años más tarde lo llevaría a ingresar, en julio de 2008, a la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aeroespacial Colombiana como parte del curso número 80. Como integrante de la Especialidad de Seguridad y Defensa de Bases encontró en la Institución no solo una oportunidad profesional, sino el camino para cumplir un propósito de vida: Servir al país con disciplina, compromiso y pasión.
Durante su formación, descubrió el trabajo con los caninos militares, una labor que le permitió unir dos mundos que siempre le habían apasionado: la vida militar y el amor por los animales “Siempre me incliné hacia las mascotas, desde pequeño me encantaban los perros, y cuando surgió la oportunidad de hacer el curso de Guía Canino, supe que era mi momento”, recuerda. El curso No. 32 de la Escuela de Instrucción Canino Militar, marcó el inicio de una carrera dedicada a formar y acompañar a los caninos en misiones de detección y control.
Su primera alumna entrenada, Muñeca, fue su compañera y el reflejo de lo que significa el trabajo en equipo “Era muy consentida y cariñosa; le tomé mucho aprecio”, recuerda con nostalgia. Desde entonces, ha participado en múltiples operaciones de registro y detección de sustancias ilícitas, control de vehículos, patrullajes y allanamientos, tareas que requieren precisión y confianza total entre el guía y su canino.
Hoy, tras 18 años de servicio, el Técnico Primero Galo sigue encontrando en cada jornada una nueva oportunidad para aprender de sus compañeros de cuatro patas, su historia es un testimonio de disciplina, compromiso y vocación, reflejo del trabajo constante que fortalece la seguridad y el cumplimiento de la misión institucional.
Su Fuerza Aeroespacial Colombiana mantiene su compromiso con la seguridad del país, respaldada por el profesionalismo de su talento humano y el apoyo invaluable de los caninos que, con disciplina, olfato agudo y lealtad, aportan silenciosamente al cumplimiento de la misión institucional.
Autor: Oficina Comunicación Pública CACOM 6
