Dos refinerías artesanales que estarían siendo utilizadas para el procesamiento del petróleo hurtado y que tenían en su interior destiladores rudimentarios, necesarios para convertir el crudo e
Al parecer, la trampa mortal, había sido instalada por integrantes del Grupo Armado Organizado residual, GAO-r, Estructura 33.
La operación se desarrolló en jurisdicción del municipio de Convención, por tropas de la Segunda División del Ejército Nacional.
Las cargas explosivas serian accionadas a través de medios de lanzamiento contra la población civil y miembros del Ejército Nacional que ejercen control territorial.